lunes, 13 de junio de 2011

El ladrón de hojalata

Era un hombre que era hijo de unos padres muy pobres que tenían muchos hijos y como él era el mayor tenía que conseguir dinero para comer. Como no podía hacer otra cosa robaba. Su técnica era pintarse como si fuera  una estatua con un bate en un sitio de la Gran Vía y cuando la gente se le acercaba a ver si era real cogerle el bolso o la cartera y salir corriendo. Un día una mujer que ya se lo sabía le pillo desprevenido y le pregunto que porque robaba. Cuando Pedro se lo explico Marta que era la chica le dijo que si dejaba de robar le daría un trabajo en una empresa. A parte tendría que colaborar con alguna ong de ayuda a la naturaleza.


 Pedro aceptó encantado. Durante un mes no tuvo que robar pero cuando pasó el mes se dio cuenta de que seguía cobrando poco y no podía mantener a la familia. Cambio de calle y después del trabajo se dedicaba a robar. Así aguanto un tiempo pero un día ocurrió lo que esperaba que nunca ocurriera Marta pasó por allí.
-Me prometiste que no volverías a robar- dijo Marta
- Lo se pero somos seis hermanos y el sueldo no me llega.
-Te subiré el sueldo pero a cambio tienes que estudiar una carrera.
-Vale estudiaré ingeniería.
 Al cabo de cuatro años se sacó el titulo. Además el segundo que no se le daban bien los estudios pudo trabajar en la empresa de Marta. El tercero acaba de empezar medicina, el resto aún son jóvenes.

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