jueves, 2 de diciembre de 2010

Dos abuelos de viaje

Un día Juan paseando con su hijo en el pueblo donde se acababa de comprar una casa se encontro con un amigo de su juventud , se llamaba Pedro y se le notaba la edad en la cara.Pedro estaba calvo y el poco pelo que le quedaba eran canas.Debajo de unas grandes y antiguas gafas se escondían unos ojos marrones. A continuación de las gafas había una nariz larga. Pedro, que debía de tener 70 años medía más o menos 1,75 metros.
 En cuanto se vieron, se saludaron fuertemente.
-¡Anda Pedro!¿ Vives aquí?-Preguntó Juan
-¡Claro desde hace 10 años!-Respondió Pedro-¿Y qué te trae por aquí?
-Que mi hijo se ha comprado una casa al lado del restaurante.
-Vivimos más o menos cerca, podríamos quedar mañana y contarnos cómo nos han ido estos 20 años.
-Vale. ¿ Quedamos aquí y vamos a tu casa?
-Venga pues hasta mañana.
-Adiós
A la mañana siguiente fueron a la casa de Pedro y hablaron sobre todo tipo de cosas: De sus respectivas mujeres, de sus hijos, Pedro de sus nietos etc.
Juan le propuso a Pedro que si se iban de viaje. Este, al principio se negó,pero, tras la insistencia de u amigo tuvo que aceptar.
Fueron a recorrer Portugal de norte a sur. Hicieron todo lo que quisieron y que su edad les permitía. Un día, en un pueblo que estaba a 200Km de Lisboa, vieron un anuncio de viaje en barco pesquero a unas islas, a los dos les gustó la idea y fueron.
A mitad del viaje empezó a hacer mucho viento y olas de 3 a 4 metros de altura.Hubo una ola que casi vuelca el barco, pero no lo hizo y llegaron bien al puerto, aunque, un poco mojados. Como no iban a poder volver en un tiempo a la costa de Portugal contrataron un helicóptero.
Fueron al sur.El último día vieron el rayo verde. Ambos coincidieron en que fue el mejor viaje de su vida. Y una vez en Madrid decidieron que dar una vez al mes paro no perder el contacto.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El grafitero

  
  Una vez había un chaval,un grafitero de quince años. Él grafiteaba por la calle, ilegal como la mayoría de la gente. Un día un hombre vio sus pintadas, eran muy buenas e intentó encontrarle. Al cabo de dos semanas lo encontró.

-¿Eres el chico de esas pintadas de la calle canoa?
- Depende ¿ Quién lo pregunta?
- Soy crítico de dibujo y pienso que eres realmente bueno. Me gustaría que hicieras esas pintadas en los camiones de un amigo que tiene una gran fábrica de cervezas en Holanda.
- Si me pagáis acepto.
Durante un tiempo pintó cervezas que parecían reales en los camiones,pero se dio cuenta de que él lo que quería era montar una organización de ayuda a la naturaleza gracias a sus pintadas.Le pidió al jefe de la fábrica de los que estaban decorados con cerveza y lo pintó con un bosque alegre,lleno de animales y con un río y ponía en muchos idiomas "si queréis salvar esto debéis uniros a nuestra organización".
Empezaron siendo poquitos, pero lo del camión atraía a la gente y más en la zona de Alemania. Acabaron siendo una de las organizaciones con más aliados de Europa. Juan, el chico, ganaba dinero pintando de todo pero lo que más le gustaba era pintar en el camión cervezas, que además era con lo que más le pagaban.Un día querían edificar en un bosque de Holanda. Hubo manifestaciones de todo tipo, pero no hicieron nada así que Juan empezó a pintar por toda la ciudad cosas que venían a decir que, si no lo paraban perdían un bosque precioso como era el suyo.
Concienció a toda la ciudad e hicieron otra manifestación de dos millones de personas que consiguieron defender el bosque.
Además las pintadas de las cervezas hicieron que esa fabrica se convirtiera en la mayor de Europa